sábado, 9 de febrero de 2013

El suicidio comercial de The Cure


Este post es una reedición actualizada del que publiqué originalmente en www.blog.com.mx en febrero de 2010.

 
El 1 de mayo de 1989, The Cure edita Disintegration, su octavo álbum de estudio. Este álbum  definió no solo la  imagen y el sonido de The Cure en su madurez como agrupación,  sino que tambien generó toda una nueva legión de posers roqueros que escuchan una rola de The Cure e inmediatamente, hacen cuernitos con la mano. 

Disintegration, junto con Pornography [1982] y Bloodflowers [2000] son las tres obras fundamentales que, sin tener esa pretensión,  conforman muy bien una trilogía sobre la desesperanza, la soledad, el abandono y la dulce indiferencia ante lo inevitable del destino. De igual manera, estas tres obras encuadran perfectamente el peculiar estilo  gótico/pop del The Cure de la década de los ochentas y principio de los noventas. 

Especialmente, Disintegration es una obra plena de lucidez y honestidad lirica; ya que es donde Robert Smith deja atisbar, más allá de la tortuosa lirica gótica, tan llena de melancolía y decadencia, a un autor que no le importa desnudar sus obsesiones, miedos y sobre todo, sus culpas internas. 

De igual manera, Disintegration es el disco con mejor respuesta popular a nivel mundial de The Cure; ya que debuto en las listas inglesas en el lugar número 3; posición nada despreciable si se tiene en consideración las circunstancias que rodearon la realización del disco y sobre todo, la desgastante batalla para convencer a los ejecutivos de Fiction y Electra Records (la compañía disquera que los distribuía, en ese entonces) de que este disco no era un suicidio comercial por su sonido y contenido extremadamente depresivo.
 

miércoles, 16 de enero de 2013

Lo mejor y lo peor del rock en 2012

Hacer listas y sobre todo, establecer diferencias entre que es bueno y que es malo; o que debe de ir antes de que, es un ejercicio ocioso, pero harto divertido!
 
Y cuando se trata de cosas tan subjetivas como listas de los mejores discos de […] (donde “…” puede ser rock, banda, quebradita o el género que ustedes gusten)” o los mejores conciertos” o "lo mejor de lo que sea"; siempre habrá alguien que critique tu lista porque le falta tal o cual grupo; solista, canción y y también estarán los que dirán que lo que ves, lees y escuchas es una reverenda mamada que solo a ti te gusta.
 
Y puede que tengan razón… Sin embargo, me arriesgaré una vez más este año… y aquí vamos de nuevo!
 
SEÑORAS Y SEÑORES, DAMAS Y CABALLEROS! ROQUEROS TODOS! CON USTEDES, LO MÁS MEJOR Y LO MÁS PIOR QUE EN ROCK, TANTO NACIONAL COMO IMPORTADO, HUBO EN 2012!!!!
 
Lo más relevante de 2012 fue...
 
Que en términos generales, 2012 fue (de nuevo) un año donde el rock volvió a mostrar (al menos en su versión anglosajona) esa infinita capacidad de reciclaje de estilos y ritmos; de tal manera que el año pasado fue el del revival del Blues-Rock que produjo tanto joyas como el excelente Blunderbuss de Jack White; como también la coronación de agrupaciones que independientemente de la calidad de su música; fueron más admiradas por el hype generado alrededor de ellas, como es el caso de los Black Keys o My Morning Jacket.
 
Y también en 2012 las grandes compañías de discos asestaron lo que podrían ser sus últimos intentos mayores para tratar de frenar la piratería; eligiendo (de nuevo) a internet como el villano favorito de esta historia (casi) interminable de desgaste, ambición y valemadrismo de prácticamente todos los que tienen que ver con este fenómeno socio-cultural-económico-financiero que es la piratería. Con el cierre de Megaupload (el portal más famoso de servicios P2P en internet) se suponía que se suprimiría gran parte del tráfico de archivos con discos, películas, libros o fotografías cuyos derechos estuvieran protegidos; sin embargo, esto no fu así y hoy en día la piratería en la red sigue tan vigente como antaño.
 
vinilTambién, en 2012 se vio el tímido regreso del disco de vinil a los estantes de tiendas grandes de discos (de las pocas que aún hay!) Tal y como sucedió con el incipiente despegue del disco compacto en los ochentas; cada vez más tiendas de discos empiezan a contar con espacios para la exhibición y venta de viniles; mismos que pueden llegar a costar hasta 2 o 3 veces más caros que su versión en CD. Es curiosa la manera en como se ha reposicionado el disco de vinil en el gusto de los audiofilos; aunque se intuye que gran parte del hype de este revival es promovido por… exacto! Los grandes corporativos musicales; quienes han encontrado en el vinil, un medio para, al menos, tratar de recuperar un poco de lo perdido por la piratería.
Y mientras tanto, en México...
 

miércoles, 9 de enero de 2013

Las muchas vidas de John Lennon



La muerte, más allá de sus connotaciones espirituales y biológicas, es también un proceso regenerador de imágenes públicas que en muchos casos sublima y redime del recuerdo de la gente muerta; dándoles a algunos una aureola tan brillante que termina por opacar absolutamente todas las facetas oscuras de su vida.

En el caso de notorios de personajes famosos esta redención (y en algunos casos, reinvención) de la vida del ser humano en cuestión, termina por devolvernos a una persona muy alejada a como en realidad era y, en el peor de los casos, la tergiversación total de la esencia humana del difunto; acomodada está a la conveniencia de alguien más y con el único propósito de lucrar con la imagen, el recuerdo y, sobre todo, la obra del muertito.

Casos como el de los mexicanos Benito Juarez y Luis Donaldo Colosio o el de ese icono siempre a la moda que es el Che Guevara ejemplifican perfectamente esta manipulación. Sin embargo, el caso más obsceno, por la excesiva y grotesca manipulación de su imagen pública y sobre todo de su supuesta vocación como apóstol de la paz,  ha sido el del ex Beatle John Lennon  por parte de su (ahora) multimillonaria viuda, la seño Yoko Ono.

Y es que resulta que, según el número especial sobre el difunto músico  publicó en diciembre del 2012 la revista Rolling Stone, Lennon era un ser entregado en cuerpo y alma a la “Paz” (así, en abstracto); dejando de lado lo que muchos intuimos que era su gran pasión: La música.

Cuando se hacen ese tipo de afirmaciones, no dejo de pensar que sobre ellas gravita la siempre ominosa presencia de la señora Ono; quien al ser la administradora universal del legado de su famoso marido; ha sido la más interesada en que esta imagen inmaculada de San Lennon sea el estandarte para derrotar las maledicencias sobre la explotación comercial de la marca registrada en que se ha convertido no solo la imagen de John Lennon; sino todo lo que de alguna manera tiene que ver con él.

Tan férreo es este control que, prácticamente cualquier intento de utilizar el nombre, imagen, música o la simple referencia a al fallecido músico requiere de la aprobación de la señora para poder ser lanzado al mercado legalmente; aunque cuando se le pregunta a la viudita avant garde sobre la edición de cosas tan absurdas y mercantilistas como, por ejemplo, los tenis Converse con dibujitos de Lennon; la señora se escuda en el típico cliché de que “es algo que John hubiera querido”.

Bien es sabida la habilidad de doña Yoko para los negocios millonarios; sin embargo, más allá del lucro financiero de sus arreglos comerciales; existe una especie de censura detrás de esta (casi) infranqueable barrera que representa el veto o aprobación del uso de  la santa imagen de John Lennon por parte de ella.

Porque… ay de aquel que tenga se atreva a siquiera a poner en duda la vocación de paz del extinto Beatle! Y peor aún! ponerlo por escrito y venderlo!!!