domingo, 15 de julio de 2012

Galería de horrores del Rock

Los mitos y leyendas surgen (la mayoría de las veces) de hechos reales que, a falta de una cámara o grabadora a la mano, son transmitidos por las memorias y recuerdos de quienes los vivieron y que, poco a poco, los que escuchan estas anécdotas van agregando o quitando hechos hasta el punto que resulta difícil distinguir la verdad de la historia de los detalles agregados; aunque a veces estos resultan más interesantes que la historia real.


El rock ha construido su propia mitología que, mal que bien, se pueden comprobar de una manera más precisa gracias a que existen medios impresos y electrónicos que, después de alguna investigación, nos pueden corroborar la veracidad de las historias más truculentas de los rockstars; quienes, por cierto, tienen una propensión natural al exceso, la extravagancia y la autodestrucción.


Sin embargo, los mitos fantásticos sobre las hazañas sexuales de Jimi Hendrix y su imponente pene, las extravagantes historias del tiburón disecado en el avión de las giras de Led Zeppelin o la extraña confesión de Elvis de que era un extraterrestre y que venía de otro “planeta azul” (sic) son meros chismes faranduleros (pero harto morbo… ejem! divertidos) comparados con la brutalidad de la realidad que, de vez en vez, nos deja ver a nuestros ídolos tal y como son; generalmente por cortesía de algún escandalo que nos dejan atisbar a la miseria interna de estos seres que antes de ser Rockstars, son personas tan comunes y corrientes como nosotros y como tales, están a merced de los mismas tentaciones y pecados que todo el mundo.


Sin embargo, hay algunos de ellos que por la naturaleza de sus actos merecen estar no en el Olimpo de los Dioses sino en una celda por la crueldad, degradación y en algunos casos, el fatal desenlace de sus excesos.


Ejemplos hay muchos; aunque aquí solo van algunos ejemplos de los que distinguieron no por lo excelso de sus obras; sino por lo torcido de su conducta que los llevó a enfrentar el rigor de la Ley.


Señoras y señores! Con ustedes la crema y nata de los rincones torcidos del Dios Rock!


Iniciamos la cuenta con el quinto… de George Michael… bueno! El puesto 5 para no generar albures innecesarios.


Este quizás sea el caso más“leve” de conductas destructivas; ya que al único (hasta ahora) que le ha afectado, ha sido el mismo. Como todos sabemos, George saltó a la fama siendo un mozuelo veinteañero allá a inicios de los ochentas con el dueto Wham! Y posteriormente, teniendo algunos éxitos en su errática carrera solista. Quizás el único escandalito de George hubiese sido su homosexualidad; la cual había sido resguardada perfectamente por su compañía disquera; aunque esta, algún momento, saldría a flote... cosa que finalmente sucedió y que irónicamente, marcó el inicio de los problemas de la (ahora) comadre Michael con la ley; iniciando el 7 de abril de 2007 cuando es detenido en uno baños públicos de Los Angeles debido a que estuvo a punto de darle un “guaguis” (sexo oral, pues) a un policía encubierto llamado Marcelo Rodríguez. Evidentemente, la comadre cayó en una sucia trampa de la policía de Los Angeles y aunque 850 dólares y algunas horas de “servicio comunitario” de multa son nada para un rockstar como el, el beneficio que recibió fue mayor que la sentencia; ya que se volvió muy querido y respetado en la comunidad gay internacional por aceptar su jotería… aunque haya sido desclosetado “a fuerzas”. Sin embargo, este asunto no fue sino el inicio de una larga lista de arrestos; principalmente en su natal Inglaterra; aunque no por sus andanzas sexuales sino por su gusto por la marihuana que principalmente lo han llevado a estrellar sus autos al quedarse dormido frente al volante con el riesgo implícito de que algún día, se lleve a un cristiano por delante. Su última hazaña fue el 15 de septiembre de 2010 cuando (de nuevo) volvió a conducir hasta la madre de marihuana. Debido a su reincidencia, fue condenado a dos meses en una prisión inglesa y algo así como dos mil dólares de multa. Quizás este no sea el ultimo escandalito de la comadre; pero lo que si es un hecho innegable, es que su carrera musical está en franca decadencia, lo cual es una verdadera lastima y desperdicio… en fin!


En el numero 4 tenemos a… BOY GEORGE


Si es usted homofóbico, supondrá que el verdadero crimen de la comadre George Alan O'Dowd (nombre verdadero de Boy George) es ser precisamente su evidente jotes; aunque, oiga usted! Ya en Inglaterra, la homosexualidad hace muchos años que ya no se considera crimen…aunque si el esposar, violar y madrearse a la gente contra su voluntad… no le aunque que la victima haya sido un prostituto noruego que haya alquilado para tal fin.


Pero como dijo Jack el destripador:“vámonos por partes”. Resulta que, de acuerdo a los registros de la policía londinense, en diciembre de 2008 nuestra alegre (y ya para estos años, gordísima y fea) amiguis se sentía solita en su apartamento y decidió que la mejor manera de curar su aburrimiento, era una buena sesión de sexo con un bello joven; por lo que, recurriendo a sus usuales contactos para dichos menesteres, se “ligo” (por unas cuantas decenas de libras) a un mozo casi treintañero para que le fuera a hacer un “servicio” a su departamento. Es posible que, como sucede en estos casos, el chacalín noruego negoció con la comadres que iban a hacer y también, es posible que por algunas libras extra, existiera la posibilidad de hacer cosas “fuera del menú principal” como sadomasoquismo, sometimiento y otras “cosillas”. Lo que nunca se imagino el noruego, es que a la comadre le gustara llevar este juego de roles a los extremos… tan es así, que pocas horas después vieron al noruego vagando todo madreado por las calles y pidiendo auxilio. Por supuesto que en su declaración a la policía expuso la manera sádica en como Boy lo ató con cuerdas y posteriormente, lo golpeo con una cadena… COMO ANIMAL!!!!


La comadre, al momento de su detención se hizo como que la virgen le chiflaba y negó las acusaciones; aunque al final admitió que si lo había hecho, pero porque el prostituto había…abusado de su confianza (¡) al encontrarlo husmeando en su lap top y que por eso, de puritito coraje, se lo había madreado a punta de cadenazos.


Por supuesto que el juez no le creyó…y lo condeno a 16 meses en prisión de los cuales pasó solo la mitad en la cárcel barriendo los patios y la otra en un cómodo arresto domiciliario. Como“notita de color” queda la puntada que se aventó la comadre al solicitar al juez que lo dejara, desde su casa, ser parte de los “jueces” del horrendo programa de talentos “The Voice”. Por supuesto que el juez lo mando por un tubo y la tele inglesa, se perdió del espectáculo de ver a Boy tras las rejas… de su casa.


En el tercer lugar de esta lista de infames, tenemos a… Phil Spector.


Aunque Spector no brilló en el ámbito musical como interprete (a pesar de haber sido parte del grupo vocal de los “Teddy Bears” a finales de los cincuentas), si lo hizo como genial productor y sobre todo, por haber creado una técnica de grabación que se volvió su “marca personal”. La pared de sonido (Wall of Sound) es la sobreimposición de varios instrumentos musicales a un mismo nivel de grabación que los convierte en un compacto “muro” que, a pesar de la excesiva (y a veces extravagante) mezcla de instrumentos, le confiere a las composiciones una robusta solidez melódica que permite, paradójicamente, resaltar las voces e instrumentos principales de las composiciones. Este truco de Spector le valió el éxito a grupos como las Ronnettes, las Crystals e incluso… Los Ramones! Ya en los setentas, su trabajo más notable fue la mezcla final de algunas canciones del Let It Be de los Beatles (cosa que desagradó de sobremanera a Paul McCartney) y sus trabajos en “All Things Must Pass” de George Harrison y el varios discos de John Lennon, incluido “Imagine”.


Hasta aquí, nada anormal con don Phil que podría haber pasado por un genio algo friki y extravagante de no ser por su enfermizo gusto por las armas de fuego. Se cuenta que Spector era un tipo maniático que le gustaba abusar tanto de los artistas que producía como de las drogas en el estudio de grabación. Los chismes dicen que en varias ocasiones, amenazó a John Lennon con un arma de fuego en los Record Plant de Los Angeles durante las sesiones de “Rock’n’Roll” (1975). Lennon jamás negó o afirmó esto; posiblemente porque él también se encontraba bajo el influjo de la heroína en su llamado “Fin de semana pedido”. Como quiera que sea, esto no dejaría de ser una pintoresca anécdota de no ser porque a Spector, un día de febrero de 2003 se le salió el chamuco (y también una bala de su revolver) y mató a una desconocida artista llamada Lana Clarkson en la mansión de Spector en Beverly Hills.


Previsiblemente, Spector negó los hechos y, de manera conveniente, “desapareció” el arma homicida; por lo que gran parte del juicio lo pasó exhibiéndose como “victima de una conjura” y, dado el gran revuelo mediático del mismo, Spector lo aprovecho para exhibirse con sus extravagantes pelucas a los que asistía a los juicios. La cosa le hubiese funcionado de no se porque en un giro inesperado, apareció el arma homicida y en ella, las huellas de Spector… quien fue sentenciado a 19 años de cárcel en 2009.


A diferencia de Boy George y a pesar de que el crimen de Spector fue probado, se le permitió seguir trabajando como productor desde la cárcel, donde terminó en 2010 un disco para su esposa, llamado (no sin cierta sorna) “Out of my Chelle”, que según los que lo han escuchado “se oye muy bien”…. Sin palabras…


El segundo lugar de este recuento de infamias es para… Sid Vicious


Simon John Ritchie, mejor conocido como “Sid Vicious” o como le decimos en México “Sid el Vicioso” (ya ven que el ingles no se nos da… jajaja!) estuvo marcado desde siempre por la desgracia, cortesía de sus psicótica madrecita que, alegremente, vendía heroína en las calles del Soho ingles. Es posible que Sid conociera la “magia” de la heroína desde muy chiquillo; aunque eso no se le quitaba lo buen hijo y según Lemmy Kilminster, el famosos bajista y cantante de Motörhead, recuerda bien como Sid, a sus 14 años, vendía LSD a Hawkwind, su banda de de los años setenta. Junkie empedernido, Sid trabó amistad con otro personaje torcido de la naciente escena punk londinense, el (para ese entonces) desconocido John Lydon, quién después sería famoso como “Jhonny Rotten”; gritante de los Sex Pistols. Sid era parte del “Bromley Contingent”; los cuales andaban como tribu errante por todo Londres buscando toquines de grupos punkis; principalmente de los Buzzcocks y los Sex Pistols. Sid se volvió en algo así como un fan from hell de los Pistols y, aunque la verdad el pobre Sid era un tipo agradable y hasta timido, la imagen extrema que adquirió con el Bromley Contingent lo empezó a trastornar hasta el punto que, prácticamente terminó creyéndose su propio personaje, el agresivo, sarcástico, soez, pedote y drogadicto Sid Vicious. No es difícil imaginar que, de haber seguido así, Sid no hubiera visto siquiera el inicio de los años ochenta y hubiese muerto de sobredosis de no ser porque su aferrado amor por los Pistols (y también su amistad con Lydon) le abrieron las puertas a la inmortalidad del panteón roquero; aunque eso le valió el convertirse ser acusado de asesinato y después, morir de un pasón de heroína.


Como se dieron las cosas, fue así: Glen Matlock, el bajista original de los Pistols, harto del desmadre, malos manejos y principalmente por la “encantadora personalidad” de Rotten, manda a la chingada a los Pistols y Rotten, en una jugada bastante previsible, decide contratar a su amigo Sid como bajista; no porque Sid tuviera talento o siquiera, supiese tocar el bajo; sino por su atrayente imagen y sobre todo, por las leyendas que se habían creado alrededor de el. Sid, embriagado por el éxito, se comporta de manera salvaje tanto en el escenario como en su vida privada, lo que le atrae la admiración de hombres, mujeres y quimeras… entre ellas, una mujer gringa que apareció en Londres con la idea de cogerse a uno de los Sex Pistols… el que fuera! Lo anterior no es un chisme escandaloso sino la puritita verdad. Nancy Laura Spungen (acortado solo como Nancy Spungen) era una muchachilla alocada que andaba de groupie en los Estados Unidos y que, un buen día, convenció a sus padres (judíos de clase media) de comprarle un boleto de avión a Londres, donde ella (suponía) encontraría la realización de sus sueños. Como los padres de Spungen ya estaban hasta la madre de los escandalitos de su drogadicta hija, cumplen su capricho y a finales de 1977 Nancy se “liga” a Johnny Rotten; aunque esta la bota de inmediato debido a que es “una perra drogadicta sicótica”; aunque, no sin cierta malicia, se la presenta a su amigo Sid, el cual se engancha de inmediato con Nancy hasta el punto de no solo compartir su adicción a la Heroína; sino el amor… si amiguitos. Sid se enamoro de Nancy hasta tal punto que ella comenzó a influir en el hasta hacerlo creer que el, Sid, era el único Sex Pistols con “talento”y que, por tanto, podría empezar una carrera solista. Después de la caótica y catastrófica gira de los Pistols del 78 por Estados Unidos; Sid deja el grupo y comienza una carrera solista con su amada Nancy como manager, la cual solo sirve para dejarle dinero para comprar heroína. Sid y Nancy se enganchan tanto a la droga que viven prácticamente acuartelados en el famoso Chelsea Hotel de Nueva York; del que solo salen de vez en cuando para buscar a su dealer de heroína. El 12 de octubre de 1978, Sid encontró el cuerpo muerto de Nancy con un puñal atravesado en el estomago. Sid es detenido como sospechoso principal de la muerte de su novia; pero el arguementa que no recuerda nada. El revuelo mediático lo hace ver peor de lo que en realidad es; aunque Malcolm Mclaren, el aun manager de los Pistols, convence a Virgin Records (que para ese momento, tenía el contrato de los Sex Pistols) de pagar la fianza de 50 mil dólares para dejar libre a Sid y convencer a este de hacer un disco para “recabar fondos” para su defensa; cosa que jamás sucedió ya que Sid murió de una sobredosis de heroína en una fiesta que la casa de su “nueva novia” Michelle Robinson; la cual conoció en su estadía en la prisión de Rikers Island, donde estuvo desde noviembre de 78 a enero de 79. Durante este periodo, supuestamente Sid se desintoxico y salió “limpio” de la prisión.


La fiesta fue el 2 de febrero de ese año y aunque primero se hablo de un (previsible) suicidio, finalmente la verdad salió a flote y resulto que Sid murió de una sobredosis administrada por su propia madre.


Hasta la fecha, aun se cuestiona si verdaderamente Sid mató a Nancy ya que se sospecha que pudo haber sido su dealer o alguien que entró a robar a la pareja de drogadictos. Sin embargo, para la policía, Sid era el sospechoso y, aunque no llegó a juicio, el caso se cerró dejando en entredicho su de por si malograda reputación.


Y el lugar de honor en este circo de la infamia rocanrolera, es para… GARY GLITTER!!!!


Quizás este “personaje” no les diga mucho a ustedes, sin embargo, su canción más popular (al menos en México) “Rock’n’Roll part 1&2” se usaba como cortinilla de un detestable programa deportivo radiofónico y también, se usa hasta hoy, como música de fondo para ciertos anuncios de programas deportivos… ugh! Bueno! Aparte del mal gusto de los programadores musicales de estaciones de “oldies” que siguen pasando esta rola, el verdadero crimen de Gary Glitter no es el habernos fastidiado el oído con la repetición ad nauseam de su canción, sino algo más siniestro y reprobable: Su confirmada pedofilia.


Paul Francis Gadd; mejor conocido como Gary Glitter, tuvo su momento de fama durante los 70’s, cuando sus rolas se montaron en la ola del Glam Rock y ciertamente, tuvo bastante éxito en su natal Inglaterra; donde era bastante conocido y respetado. Gary Glitter sería (guardando las debidas distancias) como la antítesis de David Bowie en lo que al Glam Rock se refiere, ya que cuando Bowie dejó a un lado a su alter ego Ziggy Stardust y evolucionó a otros ámbitos musicales, Glitter continúo explotando el genero y, de alguna manera, lo hizo permanente en el gusto del publico. Hoy por hoy, quizás Glitter sería venerado por eso e incluso, podría haber sido recordado por haber participado en la película de las abominables Spice Girls, de no haber sido cortado de la edición final de la misma debido a que el muy cándido señor Gadd, llevó a reparar su lap top a un servicio ingles donde los técnicos encontraron miles y miles de fotografías de niñas y niños desnudos y en actividades sexuales. Esto fue en noviembre de 1997 y el caso lo a pasar unos cuatro meses en la cárcel por posesión de pornografía infantil.


Esta fue solo la punta de la madeja, ya que a la par de este arresto, se le enjuició por haber abusado, 20 años antes de una mujer llamada Allison Brown; sin embargo después e supo que todo era una mentira; ya que la mujer pensaba vender los detalles “escabrosos”de su supuesto affaire sexual con Gadd cuando ella tenía 14 años al siempre correcto tabloide ingles “News of the World”. Sin embargo, al no prosperar esta acusación, Glitter solo fue sentenciado como comentamos antes; aunque su reputación ya había quedado marcada para siempre.


Cargando el estigma de ser un agresor sexual infantil, Glitter decide, al final de su sentencia, irse a vivir a otro país y se sube a su yate privado para recorrer el mundo. Incluso, existen registros que realizó un desembarco en algunos puertos mexicanos; aunque, finalmente, su periplo terminó en Cambodia, en 1999. Uno supondría que con la experiencia pasada, el señor Gadd se comportaría de manera más adecuada; sin embargo, esto es ingenuo, ya que fue a dar precisamente a una zona ampliamente conocida por ser un foco rojo de explotación sexual infantil: El Sudeste Asiático. Glitter pasaba grandes temporadas en Vietnam aunque regresaba a Cambodia; sin embargo, en mayo de 2002, las autoridades de Cambodia le negaron el reingreso y lo deportaron permanentemente a Vietnam, debido a que se tenían sospechas de que había cometido crímenes sexuales contra menores de edad; por tal motivo, Glitter vivió hasta 2005 en Vietnam. A mediados de ese año, Gadd de 61 años, fue detenido por las autoridades vietnamitas, acusado de haber violado a dos niñas de 10 y 11 años. Glitter fue encarcelado en una ¨bonita” cárcel vietnamita en espera de juicio, donde de haber sido hallado culpable, le esperaba una sentencia de muerte por fusilamiento por cargos haber tenido sexo con menores de edad. Debido argucias legales, los cargos fueron desechados, dejándolo solo en “abuso sexual infantil” que para las autoridades vietnamitas, es un cargo menor y fue dejado en libertad tres meses después. Sin embargo y viendo que previsiblemente, “no pasa nada en Vietnam” Gary volvió a las andadas y en 2006, lo vuelven a arrestar después de que varias niñas de entre 10 y 14 años de edad, lo acusan de haberlas molestado sexualmente. Esta vez, Gadd no tuvo la misma suerte que antes y es sentenciado a muerte, aunque después de varias apelaciones, se reduce la sentencia a 14 años y luego a 3... ah! y el pago de la increíble cantidad de 5 millones de dongs vientamitas (que es algo así como unos 400 dolarillos) como compensación a las familias de las victimas; Glitter estuvo en una prisión Vietnamita hasta el final de su sentencia para luego ser deportado de manera inmediata en agosto de 2008.


Mientras, en Inglaterra, los tabloides se dieron vuelo con el caso de Glitter, al punto que la justicia inglesa de preocupó de que un personaje como Glitter regresará a su país. Consciente del clima de linchamiento que se vivía en su tierra, Glitter hizo cuanto pudo para no ser deportado; incluyendo el fingir que estaba enfermo del corazón cuando el vuelo que lo sacó de Vietnam hizo escala en Hong Kong, donde ya lo esperaban oficiales ingleses para escoltarlo de regreso a Londres. Al final y ante la imposibilidad de pedir asilo en otro país “amigo” (su lista incluía Cuba, Venezuela y hasta Libia) se rindió y fue a parar de nuevo a Londres, donde tuvo el deshonroso privilegio de ser la primera figura publica inglesa en inscribir su nombre (de por vida) en la Lista de Ofensores Sexuales Registrados y aunque apeló esta hecho, en 2009 decidió suspender el proceso aun estando de manera preventiva, en una prisión inglesa.


Glitter estuvo en prisión hasta 2011 y se fue una temporada a España, con intenciones de volar a Cuba; sin embargo, las autoridades Inglesas tuvieron la cortesía de avisar a las autoridades cubanas, las cuales emitieron la orden de prohibición de entrada a este tenebroso personaje; que cual, hasta la fecha, no se sabe bien a bien a donde anda así que… si un ruco con cara de hippie se le acerca diciendo que es un rockstar famoso que anda en busca de “acción”… huyan!


El caso de Glitter tuvo aristas absurdas, como el hecho de que el mismo no reconoce la gravedad de sus actos y de que incluso las autoridades inglesas le permitieron (igualito que Phil Spector) seguir grabando en la prisión con la esperanza de que, al salir de ella, pudiera publicar el disco que, a según del propio Glitter, “era la esencia de su ser..” o de que aun, hoy en día, haya gente que espera con ansias su regreso a los escenarios y sigue comprando sus discos… en fin!


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Bonus tracks: aquí una videito del exito del mostruo mayor con ustedes...


Gary Glitter: Rock'n'Roll Part 1 !!!!






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