sábado, 5 de noviembre de 2011

No Alternative, No Commercial, No Grunge (Parte 2 de 3)

Parte 2. Sin fecha de caducidad: Pearl Jam y sus 20 años.
En la entrega anterior, comentábamos acerca de la debacle casi instantánea del gronch al salir al mercado el disco que lo hizo accesible a las masas: Nevermind, de Nirvana; donde su exposición excesiva tanto de imagen como de música ocasiono una explosión de agrupaciones grunge; la mayoría de ellas, creadas por las propias compañías de discos.
Sin embargo, sería injusto el etiquetar a todos los grupos que surgieron posteriormente al Nevermind como meros imitadores o arribistas; aun y cuando algunos ya tenían tiempo dentro de la escena musical nativa de Seattle.
 
El caso más claro de este fenómeno, es Pearl Jam; a quienes los más rabiosos críticos de las revistas musicales que se sumaron al movimiento grunge (y que proclamaban haber sido los primeros en descubrirlo; como la infame Smash Hits) los calificaron de oportunistas cuando en el 92, su disco debut Ten (Epic, 1991) se encumbró en las listas de popularidad gracias a sus exitosos sencillos Even Flow, Alive y por supuesto, esa oda oscura al bullyng y las familias disfuncionales que fue Jeremy.
La excesiva exposición de Pearl Jam en los medios; impulsada por el fenómeno Nevermind de Nirvana les generó tanto legiones de fans alrededor del mundo como odios incluso en las propias agrupaciones nativas de Seattle. Para muchos, era claro que Pearl Jam era un grupo artificial que explotaba mejor que el promedio de bandas la estética Grunge gracias al carsima y presencia de su vocalista, el californiano Eddie Vedder. Incluso hubo  quienes erróneamente asumen que Pearl Jam es un grupo de California que se fue a Seattle para generar fama.