miércoles, 22 de febrero de 2012

La indigestión de los 50 años de Amnistía Internacional


Chimes of freedom. The Songs of Bob Dylan.
Fontana Records
2012
A finales de enero de este año, se editó en Estados Unidos y varios países más el que, hasta este momento, podría ser el disco tributo más extenso jamás producido (73 tracks!) que, más que un agasajo sonoro o celebración del trabajo de Bob Dylan; termina siendo una indigestión donde lo mismo caben nombres consagrados dentro del rock y el pop como Patti Smith, Sting, Pete Townshend que aburridos cantautores y hispters desconocidos (para el mainstream) como Bret Dennen o leyendas (locales, pero leyendas) del R&B, algunos grupo y solistas chingones como Queens of the Stone Age, Elvis Costello y Johnny Cash hasta cosas tan desconcertantes como Lenny Kravitz, Adele, Ximena Sariñana (yuck!) y cosas insólitas como eso que se llama Mariachi el Bronx.



Pero como dijo el descuartizador: vámonos por partes. El motivo de la reunión de tantos y tantos cantantes y grupos es la de homenajear, por un lado, el trabajo artístico de Bob Dylan y, por otro, festejar también los 50 años de Amnistía Internacional; esa ONG mundial de fama sobradamente conocida. Según los boletines de prensa de la propia organización; los interpretes del álbum son activistas de Amnistía Internacional (o en su caso, donantes) y gratuitamente, grabaron y cedieron los derechos de su trabajo para la producción de este álbum. De igual manera, Dylan cedió los derechos de sus letras (y en algunos casos, los arreglos) de sus canciones para el mismo fin.



El hacer versiones de canciones de Dylan no es algo nuevo ni tampoco novedoso y que muchos artistas, han logrado con diversos grados de éxito. Ahí están pues los covers de Jimmi Hendrix, Guns’n’Roses, U2 o hasta My Chemical Romance a diversos temas del señor Zimerman; y que decir también de la influencia que Dylan tuvo en artistas de la talla de los Beatles; los cuales de no haberse topado con un Dylan que les enseño la magia de la marihuana; no habrían pasado de ser otros Herman Hermits; o incluso debrayes monumentales (pero harto sentidos) como el de Bryan Ferry con su álbum “Dylanesque”.



Sobra decir que el catalogo de canciones de Dylan abarcan desde el folk más primitivo (ese de guitarra de palo y armónica) hasta electrizantes rocanrolitos; pasando por canciones cristianas (de su tiempo de conversión al cristianismo) hasta delicias pop de sus trabajo más recientes; por lo que hacer una selección de sus mejores canciones no es precisamente sencillo; porque más allá de su peculiar (por chillón y monótono) timbre de voz, la verdadera fortaleza de Dylan son sus letras; verdaderos portentos de narrativa que ciertamente han marcado un estándar importante a seguir tanto en la música como en la poesía.



Ciertamente, ensamblar un disco tributo a un personaje como Dylan, por su complejidad, es difícil; aun más cuando se trata de que el producto final sea tan atractivo tanto a fans como a escuchas casuales y, al menos, permita recuperar los costos de producción y que genere algún beneficio para que sean rentables las ventas del disco.



Sin embargo, tal parecería que a los amigos de AI se les pasó la mano en la auto indulgencia de su producto estrella de su 50ª Aniversario; porque más bien parece que alguien dio la orden de grabar todo; sin ningún tipo de control de calidad y, ante la imposibilidad de tener un buen productor que pudiera seleccionar lo mejor de las (casi) 80 canciones grabadas; decidieron dejar todas las grabaciones dentro del álbum; lo que se compila en … 4 CD.



Cuatro discos de chile, dulce y manteca; donde lo mismo se encuentras cosas divertidas como la versión de Outlaw Blues por QOTSA, obviedades a ritmo de reggae a cargo de Ziggy Marley (Blowin’ on the wind) o cosas tan, pero tan patéticas como los covers de Adele, Ximena Sariñana y… KE$HA!!!



Creo que el resultado final es tan amorfo y de difícil digestión sonora; sobre todo porque no la secuenciación de las canciones en los cuatro discos está hecha de manera caprichosa y sin ningún (aparante) orden lógico. Creo que hubiese sido más sencillo editar 4 discos de manera separada por genero. Incluso creo que hubiese quedado un excelente disco sencillo si los productores hubiesen sido más exigentes en la selección del material.



Recomendable para completistas; activistas comprometidos en derechos humanos y … ya. Fans de Bob Dylan: Cómprenlo bajo su propio riesgo.



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