A escasos días de la celebración de su cumpleaños (5 de
septiembre) y de su sensible fallecimiento (24 de noviembre); En este mundo de
vivillos y compañías disqueras ídem se han editado en DVD y Bluray el
documental de Rhys Miers para la BBC: Freddie
Mercury: The Great Pretender [Eaglevision, 2012]; un libro de fotografías del mismo nombre y (la cara) reedición
del disco Barcelona que grabó con la
Diva española Montserrat Caballe.
Todos estos artículos, han sido convenientemente lanzados en las vísperas de la
muerte del artista y (por supuesto!) la lucrativa temporada prenavideña.
Ahora bien: ¿Que no se ha dicho sobre la comadre de
comadres, Freddie Mercury (o Farrokh Bomi Bulsara, su verdadero
nombre) que no esté ya consignado en algo más de un par de decenas de libros o
cientos de horas en video? Es curioso que aunque (en apariencia) ya casi nada
nuevo queda por descubrir de su historia personal, de su éxito con Queen, y de su doloroso ocaso y su
muerte a causa del SIDA; aun queden
aspectos de su vida profesional y personal que no han sido lo suficientemente
explicados y que, como en el caso del documental, permiten una mejor
apreciación tanto de la obra de Mercury como solista y también sobre las
posteriores decisiones artístico-comerciales
(sic) que los restantes Queenies en activo y su manager, Jim Beach han tomado y han dado tanto de que hablar; principalmente por el manoseo de un legado musical que por
momentos parece peor administrado que el de nuestro querido Pedrito Infante.
Pero volvamos al tema. Este nuevo documental sobre Mr. Mercury se centra en aquellos años
donde, la vida del cantante se adentró
en el mundo fantástico (y cruel) de las súper estrellas de rock; ese donde el
exceso en todos los placeres posibles es lo único que cuenta…
hasta que un día terminas muerto, en la
ruina, sin familia o, como en el caso de Freddie, contagiado de una enfermedad
incurable y mortal en la peor década del siglo pasada para padecerla.
Posterior a este fracaso, Freddie graba un par de excelentes
discos con Queen: The Works (EMI, 1984]
y A Kind Of Magic, [EMI 1986]; mismos
que sirven para revalorizar a la banda en Europa; logrando un éxito sin
precedente; mismo que se ve coronado con un par de shows en el Estadio de
Wembley y que quedaron inmortalizados en su disco en vivo (y video) Live in Wembley 86 [EMI, 1987]. Sin embargo, para estos momentos,
Freddie ya sabía que se encontraba infectado de VIH; por lo que decidió alejarse del sórdido (pero divertido) mundo
del rock y dedicarse a actividades menos demandantes; como lo fue la grabación
de el single The Great Pretender [EMI,
1987], la colaboración (y grabación) en un par de temas para el musical Time de Tim Rice y los siguientes discos de Queen; The Miracle [EMI, 1989] e Innuendo [EMI, 1991]; siendo este el
ultimo álbum con Queen que alcanzó a ver su lanzamiento; poco antes de su
muerte.
Mención aparte de este periodo rico en proyectos musicales
(pero escasas apariciones en el escenario) fue la colaboración que en 1987 tuvo
con la diva de la Opera, Montserrat
Caballé y que generó el álbum Barcelona
[Polydor Records, 1987]; mismo que
tuvo un éxito limitado (por no decir gran rechazo) tanto entre los amantes del
rock como los de la Opera. Incluso,
Luciano Pavarotti considero este álbum como un abaratamiento de la música culta
y lo desdeño; aunque, curiosamente, años después, se atrevió a hacer lo mismo
junto con U2, Sitng y otros, es sus famosas “galas
de caridad”.
En realidad, este álbum fue producto de la casualidad. Según
Peter Freestone (Phoebe, ‘pa Freedie sus comadres), a
principios del ’87, Freddie y el
asistieron a un programa de Opera en Covent
Garden (la sala más importante para estos espectáculos en Londres). Mercury
era, contra lo que se pudiera pensar por los arreglos de muchas de sus
canciones con Queen, ajeno al mundo de la música clásica; por lo que durante
todo el programa se mostró interesado en el escenario, pero sin mucho animo; “hasta que de pronto, vi a Freddie con la
mandibula desencajada, absorto y sorprendido por la mujer que estaba en el
escenario” – cuenta Freestone sobre la reacción del cantante al ver a la
Soprano española Montserrat Caballé. Según el relato, Freedie le comentó que
acababa de escuchar a la voz más maravillosa del mundo y de ahí nació, primero,
su necesidad de conocerla en persona, luego grabar un álbum y finalmente, una amistad
entrañable.
El documental es revelador, principalmente porque fluye de
una manera bastante orgánica; integrando trozos de entrevistas viejas de
Freddie Mercury junto con otras realizadas específicamente para este documental
con (principalmente) Brian May, Roger Taylor, Jim Beach y Peter Freestone (asistente
personal, confidente y amigo de Freddie desde mediados de los setenta hasta su
muerte); así como fotos, video y filmaciones raras y algunas hasta inéditas
(como la de Freddie en una disco gay besándose y bailando con el que fue su
ultima pareja, Jim Hutton).
Sin embargo, también hay momentos difíciles en el
documental, sobre todo lo relacionado con el extremo hedonismo de Freddie; su
pasión por el placer y los excesos; tanto en los aspectos materiales como en su
gusto por los hombres y sobre todo, se hace hincapié en la perniciosa y enferma
relación que mantuvo con Paul Prenter; quien por muchos años fue su amante,
amigo, empleado, dealer, confidente y sobre todo, maestro en el arte de la
manipulación, el chantaje y la traición.; siendo este el que, con sus
revelaciones a la prensa carroñera inglesa, inició la ola de rumores sobre la
salud de Freddie; principalmente por la muerte a causa de SIDA de dos de sus ex
amantes; a pesar de que el mismo Freddie le pagaba a Prenter la atención medica
necesaria debido a que el también tenía SIDA.
Aun con toda esta información, el documental no es amarillista,
escandaloso o irrespetuoso con la memoria del querido Freddie; y por el
contrario, se complementa con las otras facetas de artista, interprete y
rockstar; pero también el del amigo, el compañero de trabajo y el hombre timido
que con los que amaba y quería, fue siempre leal, cariñoso y en extremo,
generoso.
En alguna parte del documental, Jim Beach, refiere que ya
casi en el final de la vida del músico, discutían sobre lo que se debería de
hacer sobre su legado musical, su imagen y su música. “Has lo que quieras con ella: úsala, explótala, remezcla mis canciones, mi
imagen, mi persona, no me importa; solo te pido una cosa: Nunca me hagas ver
aburrido” fue la respuesta mordaz e irónica de Freddie y, en honor a la
verdad, con este documental, se hace justicia a ese ultimo deseo.
DIOS SALVE A LA REINA!!!!!
Disponible en Amazon, Mixup, el Tianguis del Chopo o en su
versión bucanera en las estación del metro más cercana a su casa o trabajo.
Bonus track:
El tráiler del documental.
Sigueme en twitter! @theprivatepress
No vio a Montsi en 1987, la vio en 1981 en el Royal Opera House de Londres , a partir de ahí el post es muy pobre, aseguren , chequeen la data por que todo lo que siga después de un error no es confiable, solo llegue a leer hasta alli por qu eseguro todo lo demás esta mal. saludos.
ResponderEliminarPor que dicen que es el peor disco de Queen, Hot Space? Ese disco es genial. No tiene sus raíces rockeras, pero es fantástico
ResponderEliminar