Hace ya algunas lunas (como dirían los indígenas norteamericanos) escribí en alguno de los post perdidos de blog.com.mx relacionados sobre el tema del matrimonio entre personas del mismo sexo acerca de mi percepción de que si bien es cierto que se veía difícil (pero no imposible) la legalidad y constitucionalidad de los matrimonios de jotitas y lesbianas, si veía extremadamente lejano el día en que la adopción de parejas del mismo sexo fuese una realidad en nuestro país.
Pues bien… Ese día llegó … y de qué manera! El día de ayer, la Suprema Corte de Justicia (SCJ) de nuestro país falló en contra de la controversia constitucional promovida por la Procuraduría General de la Republica (PGR) contra la ilegalidad de la adopción por parte de parejas del mismo sexo. En días pasados, otras dos controversias promovidas también por la PGR sobre el mismo tenor de temas (sobre si los jotitos y las comadres machorras tenemos o no derecho de casarnos y que sea reconocida nuestra unión de manera legal) fueron de igual manera perdidas por la PGR.
El resultado final fue polémico por muchos aspectos. Descontando los consabidos reclamos con o sin sustento sobre la actuación de la Corte en otros temas, como el caso de la guardería ABC, la legalidad de la decisión de disolución de LyFC y otros asuntos polémicos que para muchos, son la “prueba” (así, entre comillas) de que la corte “es una bola de viejos decrépitos, ricos y que solo ven por sus intereses”; de igual manera el resultado del (por así llamarlo) “Caso de los jotitos que se querían casar y tener una familia” ha dejado en el camino además de infinitos ríos de opiniones a favor y en contra una situación que divide aun más a la de por si polarizada ya sociedad mexicana.
Es muy válido y respetable el que cada persona tenga su propia opinión sobre el tema y por supuesto, no debería ser motivo de enojo el que, por ejemplo, mucha gente nos considere anormales por el hecho de que tenemos otra preferencia sexual. Yo no voy a cambiarle la manera de pensar a la gente que tiene esas ideas y … ay no! Que flojera es tratar de llegar un acuerdo cuando las posiciones son irreconciliables. Supongo que, de igual manera, habrá muchos heterosexuales que consideran inútil tratar de razonar con jotas locas que van por la vida vestidas como si todos los días fuera carnaval y que al final, si bien es cierto que nunca cederán ni unos ni otros en sus creencias, si por lo menos se tratará de establecer una convivencia basada en ignorarnos unos a otros… así como ha sido hasta ahora.
Sin embargo, la situación cambia cuando gente como el Cavernario Cardenal Juan Sandoval Iñiguez (el mismo que durante los sexenios de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Chente Fox insistió en culpar al gobierno de la muerte del Cardenas Posadas y buscar con esto, tener un “mártir” con el cual lucrar aun más en el Bajío ultraconservador) y su contraparte en el DF, el señor Norberto Rivera deciden empezar a hacer política desde el pulpito y arropados en un supuesto poder moral que da el ser los “representantes de Cristo en la tierra” comienzan no a buscar un dialogo, sino simplemente, a descalificar y en el colmo de la soberbia, a calumniar a quienes suponen son los culpables de “estas aberraciones” [Beto Rivera dixit].
Norberto Rivera, más timorato que su jalisquilla majestad, el Cardenal Sandoval, se lanzó de frente contra Marcelo Ebrard y el PRD, argumentando que las políticas izquierdistas del gobierno del DF atentaban contra los valores tradicionales y morales de las familias mexicanas y que lamentaba el fallo de la corte (en relación a la resolución de validar los matrimonios de personas del mismo sexo). Luego, a través del vocero de la arquidiócesis, siguió con sus duras, pero hasta cierto punto respetuosas críticas a la Corte; pero aumentó el todo de las que iban con dedicatoria a Marchelo y el PRD que por lo que se ve, no son (ni serán) “santos de su devoción”.
Evidentemente, más allá de las declaraciones de banqueta, ni el PRD ni Marchelo tenían intenciones de subirse al ring con Norberto y (supongo) que el propio Marcelo sopesó lo que este asunto en popularidad significaría y decidió no hacer caso al Kid Purpura “Norbruto Rivera”.
Cuando todo parecía que la jotería tendría su victoria al reconocerse la legalidad y constitucionalidad de los matrimonios gays, la corte sorprendió a muchos con el inesperado fallo sobre la validez de la adopción de parejas del mismo sexo (situación que, en la práctica ya sucede) y ora si manas: ARDIO TROYA!!!!!
El respingo inicial, fue de Sandoval Iñiguez que traicionando sus propios principios cristianos, ofendió y humillo a quienes dice representar (no solo a las jotitas y lesbianas que somos católicos) al declarar ante los reporteros “Que, a ti te gustaría que te adoptaran un par de maricones o lesbianas????” … sublime! Que muestra de amor al prójimo del señor Cardenal! Sin embargo, donde ya al señor se le fue de plano no solo la lengua, sino todas las tripas, fue cuando declaró que a los ministros de la corte, Marcelo Ebrard y organismos internacionales habían “maiceado” a los ministros para que aprobaran esas leyes. El Cardenal por supuesto que hasta el momento, no ha dicho si tiene las pruebas de esto o al menos, está dispuesto a revelar de que organismos internacionales se trata.
Es notorio el enojo de la jerarquía católica mexicana sobre su derrota en estos temas y que de alguna manera, eran la prueba del musculo del clero mexicano. Evidentemente, la presión que la iglesia impuso al gobierno federal para que interpusiera sus demandas de anticonstitucionalidad fue evidente, ya que en realidad, el enemigo a vencer no era Marcelo Ebrard o el PRD, sino a la propia Corte; ya que el problema sustantivo de los matrimonios y la adopción era sencillo: Una cuestión de igualdad legal y constitucional para todos los mexicanos, no importando su orientación sexual es, desde la perspectiva moderna, un derecho universal. Desde ese punto de vista, es obvio que el debate no iba en ese sentido. La verdadera traba, fue el que la decisión estuviera fundamentada en pruebas, métodos científicos y sobre todo alejada de prejuicios y creencias. Si la corte cedía a las creencias particulares de los ministros, su orientación religiosa o incluso a su propia experiencia, la justicia suprema en nuestro país hubiese perdido finalmente su laicidad y se hubiese convertido en un tribunal religioso y moral.
De ahí el rabioso reclamo de Sandoval y su coda venenosa; al rematar con despecho que “los ministros tendrán que responder a un tribunal superior por sus actos (osease el juicio de Dios) y (por supuesto!) al de sus familias y la sociedad”. Es decir, el señor Cardenal, en su soberbia, determinó que los ministros, por un simple acto de justicia, condenaron sus almas a un juicio que de entrada, ya lo tienen perdido (porque Dios nunca se equivoca, no?).
Por supuesto que el voto de censura promovido por la SCJ contra el hablador cardenal no es suficiente y esperemos que Marchelo cumpla su promesa de demandarlo por sus dichos; mismos que hasta ayer por la noche, Sandoval ha mantenido en firme y como mofa, los ha reiterado y retado a que “le revisen las cuentas” (sic) [Supongo que las de banco] a Marcelo y los Jueces.
Los llamados de Sandoval y Rivera, así como los del vocero de la arquidiócesis son, en la práctica, una intromisión de la iglesia en los procesos electorales del país, ya que, además de los señalamientos particulares hacia Marcelo y el PRD sobre que casi casi son emisarios de Satanás en la lucha terrenal por el poder, reconvienen a los creyentes católicos a no volver a votar por partidos o personas contrarios a sus creencias.
Eso sin contar la intolerancia incluso verbal de supuestas asociaciones “católicas” como la de los supuestos abogados católicos cuyo vocero afirmó que esta última decisión de la corte “le rompe la madre” (sic) a los niños.
Evidentemente, la amnesia es un mal contagioso que hace olvidar incluso que es más peligroso un cura pederasta que bajo el amparo de su “autoridad moral” puede llevar una vida de infamias y si se le descubre, irse a una “casa de salud” (como la que tiene Sandoval Iñiguez para sus sacerdotes enfermitos … de sexo) y jamás pagar por sus crímenes que el permitir que dos personas del mismo sexo, adopten a un niño después de haber pasado por muchas pruebas psicológicas y socioeconómicas que lo único que desean, es compartir el amor que se tienen con alguien que pueda cubrir su innegable ya derecho a tener descendencia.
En fin! …
Pues bien… Ese día llegó … y de qué manera! El día de ayer, la Suprema Corte de Justicia (SCJ) de nuestro país falló en contra de la controversia constitucional promovida por la Procuraduría General de la Republica (PGR) contra la ilegalidad de la adopción por parte de parejas del mismo sexo. En días pasados, otras dos controversias promovidas también por la PGR sobre el mismo tenor de temas (sobre si los jotitos y las comadres machorras tenemos o no derecho de casarnos y que sea reconocida nuestra unión de manera legal) fueron de igual manera perdidas por la PGR.
El resultado final fue polémico por muchos aspectos. Descontando los consabidos reclamos con o sin sustento sobre la actuación de la Corte en otros temas, como el caso de la guardería ABC, la legalidad de la decisión de disolución de LyFC y otros asuntos polémicos que para muchos, son la “prueba” (así, entre comillas) de que la corte “es una bola de viejos decrépitos, ricos y que solo ven por sus intereses”; de igual manera el resultado del (por así llamarlo) “Caso de los jotitos que se querían casar y tener una familia” ha dejado en el camino además de infinitos ríos de opiniones a favor y en contra una situación que divide aun más a la de por si polarizada ya sociedad mexicana.
Es muy válido y respetable el que cada persona tenga su propia opinión sobre el tema y por supuesto, no debería ser motivo de enojo el que, por ejemplo, mucha gente nos considere anormales por el hecho de que tenemos otra preferencia sexual. Yo no voy a cambiarle la manera de pensar a la gente que tiene esas ideas y … ay no! Que flojera es tratar de llegar un acuerdo cuando las posiciones son irreconciliables. Supongo que, de igual manera, habrá muchos heterosexuales que consideran inútil tratar de razonar con jotas locas que van por la vida vestidas como si todos los días fuera carnaval y que al final, si bien es cierto que nunca cederán ni unos ni otros en sus creencias, si por lo menos se tratará de establecer una convivencia basada en ignorarnos unos a otros… así como ha sido hasta ahora.
Sin embargo, la situación cambia cuando gente como el Cavernario Cardenal Juan Sandoval Iñiguez (el mismo que durante los sexenios de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Chente Fox insistió en culpar al gobierno de la muerte del Cardenas Posadas y buscar con esto, tener un “mártir” con el cual lucrar aun más en el Bajío ultraconservador) y su contraparte en el DF, el señor Norberto Rivera deciden empezar a hacer política desde el pulpito y arropados en un supuesto poder moral que da el ser los “representantes de Cristo en la tierra” comienzan no a buscar un dialogo, sino simplemente, a descalificar y en el colmo de la soberbia, a calumniar a quienes suponen son los culpables de “estas aberraciones” [Beto Rivera dixit].
Norberto Rivera, más timorato que su jalisquilla majestad, el Cardenal Sandoval, se lanzó de frente contra Marcelo Ebrard y el PRD, argumentando que las políticas izquierdistas del gobierno del DF atentaban contra los valores tradicionales y morales de las familias mexicanas y que lamentaba el fallo de la corte (en relación a la resolución de validar los matrimonios de personas del mismo sexo). Luego, a través del vocero de la arquidiócesis, siguió con sus duras, pero hasta cierto punto respetuosas críticas a la Corte; pero aumentó el todo de las que iban con dedicatoria a Marchelo y el PRD que por lo que se ve, no son (ni serán) “santos de su devoción”.
Evidentemente, más allá de las declaraciones de banqueta, ni el PRD ni Marchelo tenían intenciones de subirse al ring con Norberto y (supongo) que el propio Marcelo sopesó lo que este asunto en popularidad significaría y decidió no hacer caso al Kid Purpura “Norbruto Rivera”.
Cuando todo parecía que la jotería tendría su victoria al reconocerse la legalidad y constitucionalidad de los matrimonios gays, la corte sorprendió a muchos con el inesperado fallo sobre la validez de la adopción de parejas del mismo sexo (situación que, en la práctica ya sucede) y ora si manas: ARDIO TROYA!!!!!
El respingo inicial, fue de Sandoval Iñiguez que traicionando sus propios principios cristianos, ofendió y humillo a quienes dice representar (no solo a las jotitas y lesbianas que somos católicos) al declarar ante los reporteros “Que, a ti te gustaría que te adoptaran un par de maricones o lesbianas????” … sublime! Que muestra de amor al prójimo del señor Cardenal! Sin embargo, donde ya al señor se le fue de plano no solo la lengua, sino todas las tripas, fue cuando declaró que a los ministros de la corte, Marcelo Ebrard y organismos internacionales habían “maiceado” a los ministros para que aprobaran esas leyes. El Cardenal por supuesto que hasta el momento, no ha dicho si tiene las pruebas de esto o al menos, está dispuesto a revelar de que organismos internacionales se trata.
Es notorio el enojo de la jerarquía católica mexicana sobre su derrota en estos temas y que de alguna manera, eran la prueba del musculo del clero mexicano. Evidentemente, la presión que la iglesia impuso al gobierno federal para que interpusiera sus demandas de anticonstitucionalidad fue evidente, ya que en realidad, el enemigo a vencer no era Marcelo Ebrard o el PRD, sino a la propia Corte; ya que el problema sustantivo de los matrimonios y la adopción era sencillo: Una cuestión de igualdad legal y constitucional para todos los mexicanos, no importando su orientación sexual es, desde la perspectiva moderna, un derecho universal. Desde ese punto de vista, es obvio que el debate no iba en ese sentido. La verdadera traba, fue el que la decisión estuviera fundamentada en pruebas, métodos científicos y sobre todo alejada de prejuicios y creencias. Si la corte cedía a las creencias particulares de los ministros, su orientación religiosa o incluso a su propia experiencia, la justicia suprema en nuestro país hubiese perdido finalmente su laicidad y se hubiese convertido en un tribunal religioso y moral.
De ahí el rabioso reclamo de Sandoval y su coda venenosa; al rematar con despecho que “los ministros tendrán que responder a un tribunal superior por sus actos (osease el juicio de Dios) y (por supuesto!) al de sus familias y la sociedad”. Es decir, el señor Cardenal, en su soberbia, determinó que los ministros, por un simple acto de justicia, condenaron sus almas a un juicio que de entrada, ya lo tienen perdido (porque Dios nunca se equivoca, no?).
Por supuesto que el voto de censura promovido por la SCJ contra el hablador cardenal no es suficiente y esperemos que Marchelo cumpla su promesa de demandarlo por sus dichos; mismos que hasta ayer por la noche, Sandoval ha mantenido en firme y como mofa, los ha reiterado y retado a que “le revisen las cuentas” (sic) [Supongo que las de banco] a Marcelo y los Jueces.
Los llamados de Sandoval y Rivera, así como los del vocero de la arquidiócesis son, en la práctica, una intromisión de la iglesia en los procesos electorales del país, ya que, además de los señalamientos particulares hacia Marcelo y el PRD sobre que casi casi son emisarios de Satanás en la lucha terrenal por el poder, reconvienen a los creyentes católicos a no volver a votar por partidos o personas contrarios a sus creencias.
Eso sin contar la intolerancia incluso verbal de supuestas asociaciones “católicas” como la de los supuestos abogados católicos cuyo vocero afirmó que esta última decisión de la corte “le rompe la madre” (sic) a los niños.
Evidentemente, la amnesia es un mal contagioso que hace olvidar incluso que es más peligroso un cura pederasta que bajo el amparo de su “autoridad moral” puede llevar una vida de infamias y si se le descubre, irse a una “casa de salud” (como la que tiene Sandoval Iñiguez para sus sacerdotes enfermitos … de sexo) y jamás pagar por sus crímenes que el permitir que dos personas del mismo sexo, adopten a un niño después de haber pasado por muchas pruebas psicológicas y socioeconómicas que lo único que desean, es compartir el amor que se tienen con alguien que pueda cubrir su innegable ya derecho a tener descendencia.
En fin! …
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