sábado, 27 de octubre de 2012

La increible y triste historia de Brian Wilson y su "Pet Sounds"


En la prehistoria de la vida de algunos de nosotros, cuando aun no existían las antenas parabólicas (y menos el internet) y la TV por cable aun  estaba lejos de la llegada de MTV;  el poder satisfacer nuestro apetito por conocer cosas nuevas sobre nuestros artistas favoritos, sobre su música, su vida y hasta los chismes de lavadero de sus horrores más escandalosos solo era posible a través de algunas notas de los periódicos, el radio y algunas revistas especializadas. En México, para los roqueros clavados y uno que otro villamelón, era lectura obligada en los setentas y parte de los ochentas revistas como Piedra Rodante, Conecte, Sonidos y hasta la Notitas Musicales (¡) [por aquello que de presentaba lo más comercial del Rock y el Pop de esos años]; las cuales básicamente se dedicaban a refritear notas de otras publicaciones (principalmente la Rolling Stone gringa y con suerte, algo de la NME inglesa) ; aunque también contaban con textos originales de gente metida en el medio, como José Agustín, Jose Luis Pluma, Walter Schmidt y otros que escapan de mi mente. Finalmente, ante la casi nula oferta en la TV comercial, el radio siempre fue el medio más importante para difundir el material de nuestros rockstars favoritos y, aunque atrasadas, de nuevas bandas que iban tomando cierta notoriedad.
De estas lecturas, recuerdo perfectamente los comentarios sobre Pet Sounds de la Banda de Surf californiana The Beach Boys; donde las opiniones iban de ser considerado como un disco seminal en la hisotoria del rock hasta el desdeño total por su pomposa grandilocuencia que rayaba en lo cursi y aburrido. Durante muchos años me resistí a comprar este album debido a que, francamente, los Beach Boys siempre me parecieron un grupo ñoño en la misma linea que los Monkees. Sin embargo, un día decidí satisfacer mi curiosidad sobre el porque se ha escrito tanto sobre este disco y este es el resultado de esa busqueda.

 

La génesis de este disco nos cuenta mas ao menos por el verano del 65, Brian Wilson, tecladista, compositor, arreglista  y escritor de prácticamente todo el catalogo de los Beach Boys, vivía a la sombra de querer hacer trascender a su insulso (pero harto exitoso entre los felices "baby bummers" gringos) grupito popero desde que escucho lo que los ingleses estaban haciendo con el rock y específicamente, los Beatles. Brian era una persona extremadamente “sensible” y de una salud mental algo frágil; por lo  que la leyenda cuenta que  en uno de su ataques de inseguridad y envidia (y quizás, con el acicate de algunas pastillas de LSD), se dio cuenta que el Rubber Soul (1965), de los Beatles era el disco que a él le hubiese gustado escribir, tocar e interpretar y se sintió terriblemente acomplejado de no poder trascender, musicalmente hablando, como lo hicieron los de Liverpool.

Tal fue la obsesión del Sr. Wilson que decidió sacar del aburrido, predecible y adolescente rock surf que los Beach Boys estaban haciendo para meterse en cosas más sustanciales e intelectuales. Hasta aquí, este comportamiento no tendría nada de particular o criticable; sin embargo, se dice la enfermiza obsesión de Wilson por ser mejor que los Beatles lo llevó a experimentar de manera forzada con sonidos y arreglos que, nada tenían que ver con el rock y menos con la insulsa música para adolescentes granosos con que se había granjeado el éxito con su grupo y con esto, casi logra la disolución de su banda; quienes veían con extrañeza como su arreglista, compositor y tecladista; pero también hermano, primo y amigo, se sumergía en las oscuras aguas de la locura tratando de buscar una trascendencia que, para un grupo tan superficial como los Beach Boys, sonaba más a un suicidio comercial que a una verdadera búsqueda de realización artística.

Finalmente, el disco salió a la venta en mayo de 1966 y aunque la critica lo recibió más o menos bien, las ventas del mismo no fueron las esperadas y (previsiblemente) sus (aun) adolescentes fans se desencantaron con este experimento; lo que sumió a don Brian en una depresión que le duro casi cuatro décadas; cuando finalmente, en 2006 decidió sacar el que debió ser el álbum álbum siguiente de los Beach Boys; el cursi, grandilocuente, meloso e insufrible Smile.

En el terreno musical el álbum es por momentos pretencioso debido a sus grandilocuentes arreglos orquestales y vocales  y,también, a la (supuesta) profundidad de sus letras que por momentos arrancan bostezos intensos; sin embargo, tambien contiene algunas buenas canciones como Wouldn't Be Nice, Sloop Johnny B. y Here Today; aunque en general el disco es aburrido.

Ahora bien: ¿Por qué posteriormente tuvo tanto éxito y se convirtió en un disco de culto? Independientemente de lo que muchos pensamos de Brian Wilson, el tipo lietralmente se exprimió tanto los sesos que, efectivamente, le dio un giro completo a la música de los Beach Boys y al rock en general, al sacarlo de su estanco de música juvenil y primitiva para adentrarlo a los terrenos de la fusión de estilos ajenos al rock, aunque de manera extremadamente forzada. Esta sensación de imposición mpregna todo el disco y en su sobreproducción casi se puede sentir la ansiedad del señor Wilson por querer superar su paradigma beatlesco; lo que, en mi consideración, es el mayor defecto de este disco: la enfermiza búsqueda de ser diferente solo para trascender a la envidia de no poder haber sido lo que nos hubiera gustado ser.

Pet Sounds fue una influencia muy clara para los Beatles y otros grupos ingleses quienes, paradójicamente,  supieron incorporar de manera más efectiva y natural a su música las enseñanzas de Wilson y bueno! El Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band si tiene una gran deuda con Pet Sounds; porque si bien es cierto que los Beatles no crearon la psicodelia y al fusión de estilos; al haberse apropiado del legado de Wilson y haberlo incorporado a su música, ayudo a que muchas bandas vieran que ese era el camino del Rock y en una irónica jugarreta del destino, los Beatles trascendieron retomando las enseñanzas de quien pretendía sobrepasarlos y practicamente todo el mundo, les reconoce a ellos (Los Beatles) el haber cambiado la música pop... y no a Brian Wilson... lastima Margaritoooooo!!!!!

Sin embargo, tal y como lo comentamos antes, la revalorización del Pet Sounds vino de manera irónica cuando en un involuntario homenaje, Paul McCartney comentó en una entrevista, que  (…) Pet Sounds fue el disco que le hubiera gustado escirbir y grabar (…); en clara referencia a la influencia que este tuvo en el Sgt. Pepper. De ahí pal´real, el álbum ha sido glorificado ha tal punto que la revista Rolling Stone lo ha puesto en el lugar numero 2 de su lista de los mejores 500 discos de la historia.

Pero no crea mis palabras… escuche el disco y saque usted sus propias conclusiones.
 http://www.youtube.com/watch?v=jGTdmLhKEBk

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