Este post es una reedición actualizada
del que publiqué originalmente en www.blog.com.mx
en febrero de 2010.

Disintegration, junto con Pornography [1982] y Bloodflowers [2000] son las tres obras fundamentales
que, sin tener esa pretensión, conforman
muy bien una trilogía sobre la desesperanza, la soledad, el abandono y la dulce
indiferencia ante lo inevitable del destino. De igual manera, estas tres obras
encuadran perfectamente el peculiar estilo gótico/pop del The Cure de la década de los
ochentas y principio de los noventas.
Especialmente, Disintegration es una obra plena de lucidez y
honestidad lirica; ya que es donde Robert
Smith deja atisbar, más allá de la tortuosa lirica gótica, tan llena de
melancolía y decadencia, a un autor que no le importa desnudar sus obsesiones,
miedos y sobre todo, sus culpas internas.
De igual manera, Disintegration es el disco con mejor respuesta
popular a nivel mundial de The Cure; ya que debuto en las listas inglesas en el
lugar número 3; posición nada despreciable si se tiene en consideración las
circunstancias que rodearon la realización del disco y sobre todo, la
desgastante batalla para convencer a los ejecutivos de Fiction y Electra Records
(la compañía disquera que los distribuía, en ese entonces) de
que este disco no era un suicidio
comercial por su sonido y contenido extremadamente depresivo.