domingo, 21 de noviembre de 2010

Alicia en el espejo: 15 años del multiforo cultural Alicia


Antes de iniciar este post, he de decir que hasta relativamente poco, el Multiforo Cultural Alicia era un lugar un tanto mítico para mí; ya que además de algunas referencias de algunos amigos míos que habían tocado ahí y de las referencias en algunas de las pocas revistas de rock en México, poco sabía del lugar. A invitación de un buen amigo mío, asistí a una tocada de San Pascualito Rey en ese foro y posteriormente, ya por mi cuenta, con mi marido he asistido unas cuatro o cinco veces más a ver a las Ultrasónicas, Lost Acapulco y alguna otra banda más. El lugar, que se encuentra sobre la avenida Cuauhtémoc, casi esquina con Colima, es por derecho propio, el único lugar en el Distrito Federal que por sus características, filosofía de operación y sobre todo, por su ambiente que se puede ostentar como la auténtica cuna de la escena cultural subterránea de México.

¿Qué es el Alicia?

El Alicia es el lugar donde se dan la mano el México de los seres reales, esos que viven la cruda realidad de vivir en un país cada vez más cercano al caos y egoísta y que en el Alicia encuentran, bajo la comunión de la música, la identificación de ser parte de algo que vale la pena porque es honesto, real y sobre todo, que permite asumirlo como parte de uno.

El Alicia no es para niños bonitos que esperan lugares amplios, a la moda y llenos de gente bonita como en antro de la Condesa o Polanco. En el Alicia el sudor escurre (literalmente) del techo del lugar y vibra con la vitalidad de quienes saben lo que es la vida en la calle.

En el Alicia la experiencia es la comunión total del público y su grupo favorito. Es reconocer el mérito artístico no por cuantas veces has aparecido en la tele, sino porque tus canciones se le han tatuado a la gente común que te ve en el escenario.

El Alicia es más que un lugar para ver tocar a grupos que no aparecen en la TV y que sin embargo, pueden llenar el lugar sin necesidad de los medios. El Alicia es la expresión sobreviviente del arte que sigue siendo subversivo en su forma y contenido y que se mezcla en la cultura popular, esa que realmente emana de las calles y que se transforma de las experiencias cotidianas e individuales para convertirse en símbolos unificadores.

El Alicia está en la frontera justa del México de a de veras, ese que vive en las colonias y barrios populares de la capital, como la Doctores que está justo cruzando la avenida y el México de la supuesta cultura popular “bonita y trendy” que coexiste hacia dentro de la Roma y la Condesa, esa donde para los niños bonitos, ser naco es “cool” y curiosamente, de vez en vez, bajan al Alicia para sentirse underground.

El Alicia (como se le conoce comúnmente) cumple este mes de noviembre 15 años de vida y oportunamente, se ha editado en nuestro país, bajo el sello de la editorial “Edixiones Alicia” el libro “Alicia en el espejo: Historias del Multiforo Cultural Alicia” de María Teresa Lopez Flamarique. A lo largo de 170 páginas, la autora, a través de la narración de las memorias, pensamientos, deseos y vivencias de “Alicia”, un personaje (¿ficticio?) que es una asidua asistente al Multiforo, nos cuenta la génesis de este lugar que solo podría existir en un lugar como el Distrito Federal y más aún, en la Colonia Roma.

El tratamiento que Lopez le da a su trabajo, mezclando la crónica con entrevistas y un trabajo periodístico de investigación hacen amena la lectura de este libro y adicionalmente, permite al lector adentrarse dentro del mundo del Alicia, donde ideologías aparte, se le da a los creadores el espacio y el respeto por su trabajo que merecen al hacerlos participes no de un esquema de negocio musical típico, sino de una experiencia de autoaprendizaje y cooperación que difícilmente se ve en la industria musical en nuestro país y no se diga de las compañías disqueras.

Acompañando al libro se incluye un sampler de “Grabaxiones Alicia” con un compilado de las diversas bandas que forman parte del sello y que de igual manera, han pisado el Alicia; además de memorabilia alusiva al foro.

El libro es pues lectura obligada para todos aquellos que piensan que el rockcito en México nunca crecerá porque está copado por grupitos “indies” que solo les interesa ser copias mal hechas de grupos gringos (saludos Rey Pila!) o que el éxito solo se puede dar si eres cuate del Rulo o cualquier otro programador o locutor de Reactor; ya que en si, más que un documento testimonial, es un perfecto manual de autogestión y sobre todo, una lección de que a pesar de todo, aun hay gente en el país que cree no en el dinero, sino en las personas.

Personalmente, el libro me ha dado una visión más allá de esa noción un tanto errada de que el Alicia es como el hoy extinto CBGB de Nueva York. Ya sabemos todos como el CBGB terminó y bueno! El Alicia, aun con todo lo que le ha tocado pasar, se mantiene fiel a sus ideales y propuesta.

Feliz Cumpleaños Alicia!

Band On The Run: 35 años de los conejos en fuga...


Una de las famosas leyes de Murphy reza asi: “Cuando algo empieza mal, generalmente termina mal” y seguramente, muchos la rematarían con el “si así va a ser, entonces: ¿pa’ que le sigo?”. Seguramente este par de frases le pasó por la mente a un joven Paul McCartney muchas veces en las tantas noches que pasó en Lagos, Nigeria durante la grabación del que, paradójicamente, es la obra maestra más importante de su carrera solista: Band On The Run.

Band On The Run cumple este año 35 añitos de su primera edición en vinyl y representa un buen ejemplo de cómo una mala decisión no siempre deviene en algo catastrófico… aun cuando todo indique que así va a suceder.

La propia historia de este disco es tan icónica como la foto de su portada, tomada por el fotógrafo inglés Clive Arrowsmith e inicia a finales de 1972. Paul McCartney había sorprendido (aunque no convencido del todo) a la crítica inglesa con un excelente álbum que lo alejaba de los experimentos caseros de su primer y segundo discos como solista (McCartney [1970] y Ram [1971]) y de un dudoso inicio con su nueva banda: Wings y su álbum debut del ’71: Wild Life. Red Rose Speedway fue un disco que reafirmo un poco la autoestima del buen Paul que no podía quitarse la sombra Beatle de encima al momento de evaluar la calidad de sus trabajossolistas. Este álbum, conjuntamente con el éxito que le trajo el haber aportado el tema principal a la nueva película de James Bond [Live And Let Die, 1972] le dio la oportunidad de nuevo a Paul de que su propia compañía disquera [EMI] le pusiera de nuevo la atención debida y por ende, le permitiera seguir cumpliendo sus caprichitos de rockstar; porque a ver, dígame usted, ¿cómo le dice que no a un Beatle?. De estos caprichos “tan setentas” de rockstar, nació la idea de grabar un disco en un lugar exotico; alejado del bullicio y de la falsa sociedad. EMI Records le propone a Paul un amplio catálogo de opciones de sus estudios de grabación alrededor del mundo; que como dato curioso, incluía los estudios de EMI-Capitol de México, en la calle de Rio Balsas, en el DF. Finalmente, después de lo que suponemos fue una ardua selección, el señor MasCarnes se decide por el lugar más exótico para grabar que se pudo encontrar de la lista: Lagos, la capital de Nigeria en el continente Africano.

La gente de McCartney arregla con EMI el apartar tiempo de estudio en Lagos y se programa la salida del grupo para comenzar las sesiones a finales de agosto del 73. Sin embargo, ni el propio Paul ni su staff o incluso gente de EMI tuvo la precaución de visitar o al menos, pedir referencias de las instalaciones de EMI en Nigeria. Adicionalmente a esto, unas semanas antes de su partida, Henry McCullough, baterista del grupo, los abandona en medio de unas presentaciones en Escocia y adicionalmente, Denny Seiwell, su guitarrista, avisa que no irá a Lagos por su fobia a las arañas solo unas horas antes de la partida del grupo hacia Africa.

Finalmente, solo tres Wings toman el vuelo a Africa: Paul, su esposa Linda y el wannabe Beatle, Denny Laine. Lo que se suponía iba a ser una experiencia única en lo que a grabaciones se refiere, resulto ser un infierno desde el preciso momento en el que el avión de la BOAC aterrizó en Lagos. El clima, la situación económica y política del país y sobre todo, un estudio de grabación que poco le faltaba para caerse a pedazos, fue el panorama que recibió a los señores McCartney, su amigo Laine y al ingeniero de grabación Geoff Emerick. Antes la magnitud de esta situación, Paul hizo exactamente lo contrario a lo que hubiese hecho otro rockstar en semejantes circunstancias: Decidió quedarse, aunque las 4 o 5 semanas que planeaban estar en grabando en Lagos, se redujeron solo a 3; mismas que solo fueron utilizadas para grabar los tracks básicos del nuevo álbum.

En el inter, Paul, su esposa y sus dos hijas decidieron difrutar, en lo posible, su estadía en Lagos a pesar de las advertencias del Consulado Britanico; mismo que les recomendó permanecer en el hotel y no aventurarse en los barrios de Lagos debido a la alta peligrosidad que estos representaban para los pocos blancos que vivían en Nigeria. Sin embargo, esta advertencia no fue tomada a la ligera por Paul y su esposa, quienes una noche salieron del estudio y decidieron caminar hacia el hotel, junto con algunos cassetes de las grabaciones que habían hecho ese día. En su recorrido fueron abordados por una pandilla que los asaltó. Según varios autores, los pandilleros pusieron un cuchillo en la garganta de Paul con la intención de degollarlo; sin embargo, la histérica (aunque oportuna) reacción de su esposa, la cual empezó a suplicar, entre gritos a los asaltantes de que el era “Paul, uno de los Beatles!” los hizo desistir de su intención de cortarle el cuello; aunque eso no los salvó de la bolseada y la perdida de las cintas; las cuales por cierto, hasta la fecha siguen perdidas.

Otro incidente bochornoso, fue el día en que Fela Kuti, el cantante y activista político más notorio de Nigeria, acusó frente a frente a Paul de querer “robarse” la herencia musical de Nigeria. Kuti era a la sazón, parte del grupo musical que amenizaba el bar y restaurant del hotel donde se hospedaba Paul y su grupo y este incidente sucedió cuando Kuti se dio cuenta de la presencia de McCartney entre el público. Aunque Paul posteriormente invitó a Kuti al estudio de grabación para mostrarle que no tenía ninguna intención de “robar” su música a los nigerianos; Kuti jamás cambio de opinión y finalmente, un irritado McCartney hizo algunas declaraciones bastante agresivas hacia Kuti, lo que marcó el final de las sesiones en Lagos y su regreso a Inglaterra.

El álbum fue completado en Londres a finales de Septiembre y la mezcla final, a principios de Octubre. La famosa portada del disco, obra del fotografo Clive Arrowsmith fue realizada en Osterley Park, Hounslow, cerca de Londres, la tarde-noche del 28 de octubre de 1973 y finalmente, el álbum fue editado a mediados de noviembre de ese mismo año.

La recepción del disco fue, lenta, pero consistente y finalmente, ganó un grammy en 1975 y hasta la fecha, revistas como Rolling Stone o Q Magazine lo consideran como uno de los mejores 100 discos de todos los tiempos.

Sin embargo, más allá de estas distinciones, está el hecho innegable que en sus 35 años de vida, el disco sigue sonando tan fresco y vigente como en su fecha de salida, lo que lo hace simplemente, una de las piezas angulares del rock contemporáneo.

Para festejar este gran álbum y también, para dejar claro que su nueva compañía distribuidora (Hear Music/Repertoire) no lo trata como “un mueble"; tal y como sentía que lo trataba EMI; se ha reeditado el Band On The Run en varios formatos y ediciones bajo la serie “The Paul McCartney Archive Collection” donde destaca la edición de super lujo que incluye el disco original remasterizado, un disco de rarezas y tomas alternas, otro disco con el audio documental remasterizado que apareció originalmente en la edición del 25 aniversario del disco y un DVD con los clips de los sencillos del álbum más dos adiciones que hicieron babear a los seguidores de Paul y los Bicles y se trata de la grabación completa de la sesión de la foto del álbum y el mitico “One Hand Clapping”; especial de TV filmado en los estudios de Abbey Road en 1974. Adicional a lo anterior, se acompaña de un libro de pasta dura de 150 páginas donde se desmenuza cada aspecto del disco; además de una cantidad enorme de fotos inéditas y demás cosas que harán de este articulo un indispensable en la colección de cualquier fan de los Bicles.

35 años después, seguiremos buscando por siempre a los conejos en fuga …